jueves, 29 de junio de 2017

Antonio Díaz reseña The Hangman's Daughter, de Gavin G. Smith

Antonio Díaz nos ofrece hoy la reseña de The Hangman's Daughter, de Gavin G. Smith, una entretenida novela de ciencia ficción que funciona especialmente bien como lectura veraniega. ¡Espero que os guste!

Banda sonora de la reseña: Sugiero leer esta reseña escuchando la Obertura 1812, de Tchaikosvky (Adrian no, el otro Tchaikovsky) (Spotify, YouTube)

The Hangman’s Daughter es la primera novela de la serie ‘Bastard’s Legion’ de Gavin G. Smith. Narra las aventuras de Miska Storrow, una ex agente de la CIA del futuro con cuentas que saldar que hackea una nave prisión y secuestra a los seis mil peligrosísimos criminales a bordo. ¡Pero eso no es todo! Para facilitar la gestión de la nave prisión los prisioneros ya están sometidos a animación suspendida. Miska decide aprovechar esta circunstancia para sumergirlos en un duro programa de entrenamiento militar con el objetivo de convertirlos en involuntarios soldados y que combatan para ella. Como elemento persuasor para asegurar su cooperación, Miska los dota a todos de collares bomba.

Gavin G. Smith presenta en The Hangman’s Daughter todos los requisitos para obtener una novela de ciencia ficción palomitera elevada al séptimo orden. Una protagonista que está como un cencerro con un objetivo desconocido y un ejército de espartanos en potencia pero psicópatas en la práctica. Miska, absoluta protagonista de la novela, es un torrente de emociones en lucha constante por tomar el control. Tan pronto detona la cabeza de uno de sus “soldados”, como lamenta la muerte de su padre (asesinado vilmente y conservado únicamente como una inteligencia artificial), como miente, engaña y traiciona, como se enternece ante las injusticias propias de la dura vida en el espacio. Como resultado, una de las claves para disfrutar de la novela es que te guste su histriónica protagonista.

Quizás mi experiencia varíe de la del lector promedio ya que yo he escuchado el audiolibro. Amy Finnegan, la narradora, posee una increíble versatilidad para dar voz a los diferentes personaje y un tono entre agudo y desquiciado para la propia Miska. Personalmente, he de decir que la protagonista me ha parecido un elemento crucial para el disfrute de una novela que es más placer culpable que otra cosa.

Como ya se ha visto, el argumento de la novela parece plagado desde el inicio por multitud de premisas (el secuestro de la nave, el pasado de Miska, sus intenciones futuras, las circunstancias de la muerte de su padre) y aunque estas se multiplican según avanza la novela, no entorpecen el desarrollo de la misma (lo que es posiblemente su gran virtud). Sin embargo, y aún con todas estas ideas, el desarrollo de The Hangman’s Daughter es sumamente previsible. Cada giro y cada sorpresa resultan más que evidentes para el lector, por novato que sea, porque imitan a decenas de westerns y películas bélicas, but in SPACE!

El estilo de Gavin Smith es correcto y se aprecia su esfuerzo por dinamizar el ritmo, pero el coste es que los personajes secundarios son absolutamente bidimensionales. No es algo que me haya molestado demasiado, pues el objeto de la novela es entretener y no maravillar.

El principal fallo que le destacaría es su naturaleza de primer libro de una saga. A pesar de la intención de Gavin Smith de presentar un problema y resolverlo, la mayor parte de The Hangman’s Daughter se pasa conociendo a fondo a Miska e ilustrando el universo de The Bastard Legion y las organizaciones, potencias y personalidades implicadas.

No sé si me animaré a leer el siguiente, pero baste decir que el que busque una lectura veraniega ligera la encontrará en The Hangman’s Daughter si se une a la legión de los adoradores de Miska Storrow.

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